Las Médulas, veinte años de Patrimonio de la Humanidad
Viajes - Visitas a Lugares



Fueron las minas de oro más importantes y más extensas del Imperio Romano y hoy son un paisaje cultural en el que la combinación y contraste de colores sorprenden al viajero por su gran belleza. Las Médulas cumplen su vigésimo aniversario como Patrimonio de la Humanidad, un título que concede la UNESCO en 1997 y que supuso el reconocimiento a su valor histórico, natural y cultural. Reciben al año a casi 100.000 turistas, que las visitan atraídos por su espectacularidad y por ser uno de los vestigios más destacados de la presencia romana en España.


Es un paraje único que evidencia la capacidad del Imperio Romano para idear una de las obras de ingeniería hidráulica más sorprendentes del mundo, sobre todo, por su extensión y por las cantidades ingentes de agua que se necesitaron para excavar la tierra. Los desmontes mineros alcanzaron los 3 kilómetros de extensión y más de 100 metros de profundidad.  Estos movimientos de tierras y aguas cambiaron por completo el paisaje originando pináculos, valles, cuevas, lagos como el de Carucedo y los espectaculares canales por donde se desplazaba el agua desde lejanas montañas.


El recorrido por Las Médulas transita por bellísimos miradores como el de Orellán, cuevas y senderos donde se pueden contemplar castaños milenarios, testigos de épocas remotas. Cualquier época es buena para acercarse a Las Médulas, pero es la estación otoñal la más sorprendente por su luz especial y por el color de la vegetación. Un atardecer en Las Médulas es uno de esos momentos que se quedan grabados en la retina para siempre.


Existen diversas alternativas para visitar el paraje, aunque es muy aconsejable recorrerlo en compañía de las guías del Centro de Recepción de Visitantes, ubicado en el pueblo de Médulas. Las rutas son aptas para todos los públicos y perfectas para pasar un día en la naturaleza y, ya de paso, disfrutar de la rica gastronomía berciana.


Lugares de interés


En cuanto a monumentos, destaca el Castillo de Cornatel, situado en el municipio de Priaranza del Bierzo. Primero fue conocido como Castillo de Ulver y posiblemente fue habitado por los templarios. Su época de mayor esplendor la tuvo con el Conde de Lemos y las reformas que realiza en siglo XV tras la revuelta irmandiña y que llega hasta nuestros días. El escritor berciano del Romanticismo Enrique Gil y Carrasco lo inmortalizó en su obra “El Señor de Bembibre”.


Muy cerca de Las Médulas se encuentran restos de asentamientos prerromanos. Son los denominados castros o poblados donde vivían los indígenas, los habitantes originarios de la zona. Los astures trabajaron en el yacimiento aurífero de Las Médulas a las órdenes de los romanos. Los castros más importantes son el de Borrenes, el poblado metarlúgico de Orellán y el Castrelín de San Juan de Paluezas. Los restos de los asentamientos revelan como era la vivienda astur y también aportan información sobre su modo de vida.


Si disponemos de tiempo, es recomendable también un recorrido por la red de canales que utilizaron los romanos para hacer llegar el agua a Las Médulas y que llegaron a sobrepasar los 100 kilómetros. Se han recuperado importantes tramos para realizar rutas de senderismo de diferente dificultad. Todas ellas atraviesan parajes naturales de gran belleza.



CENTRO DE RECEPCIÓN DE VISITANTES

General s/n – Médulas
Teléfonos 987 42 07 08 – 619 25 83 55
www.turismodelbierzo.es
www.canalesromanos.es