ENTREVISTA a Vladimir Gràcz Embajador de la República Eslovaca PDF Imprimir E-mail


Maskviajes: Recursos turísticos de Eslovaquia

Vladimir Gràcz: Situada en el centro geográfico de Europa, ESLOVAQUIA tiene una extensión de 49 mil km2  y una población de cinco millones y medio de habitantes. La mayor parte de su territorio está ocupada por montañas y bosques. La naturaleza que ha sido conservada inalterable -las zonas protegidas ocupan un 23 % de la superficie del país- es su mayor divisa. Entre sus tesoros naturales se encuentra una docena de cuevas abiertas al público, cinco de ellas incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Un fenómeno único es la cueva de aragonito Ochtinská que figura entre las tres cuevas de aragonito más hermosas del mundo.

Es un pequeño gran país porque en este territorio relativamente pequeño –son 450 kilómetros los que separan sus extremos este y oeste- los visitantes pueden encontrar una gran variedad de atractivos turísticos además de las riquezas naturales: valiosos monumentos históricos, actividades de ocio, entretenimiento o deportivas. A los amantes de vacaciones activas les podemos ofrecer 36 modernas estaciones de esquí con 350 km de pistas de descenso y 600 km de pistas de esquí de fondo, más de 13 mil km de rutas ciclistas, una tupida y bien señalada red de senderos turísticos de todo nivel de dificultad, 12 campos de golf, centros para practicar deportes extremos, tanto de verano como de invierno, y para las familias, 29 piscinas termales y parques acuáticos. Entre ellas destacamos la piscina termal de Podhájska (región de Nitra), cuyas aguas geotermales poseen propiedades medicinales únicas, similares a las del Mar Muerto.

La salud es un buen motivo para visitar el país. Eslovaquia está sembrada de fuentes y manantiales  de aguas termales y minerales, más de 1600. En la actualidad 25 ciudades ofrecen tratamientos preventivos, curativos y de wellness, con una de las ofertas más completas en Europa, complementada con un amplio abanico de actividades de ocio.
De fama mundial es el balneario de Piešťany en el que se tratan enfermedades del aparato locomotor. La primera mención escrita sobre las propiedades medicinales de sus lodos data del año 1549. El balneario más antiguo, del siglo XIII, se encuentra en la ciudad de Bardejov cuyos visitantes, además, pueden disfrutar de  35 km de senderos a través del antiguo parque de balneario que se extiende en un área de 300 hectáreas.

Muy recomendable es acercarse a su rica cultura popular que permanece viva en sus numerosos festivales folclóricos, así como en sus pueblos típicos con pintorescas edificaciones originales de madera, como Vlkolínec o Čičmany, las paredes de cuyas casas se asemejan a un bordado. También son una expresión de la cultura popular las iglesias de madera, evangélicas, católicas y ortodoxas, muchas edificadas sin usar clavos. Estas singulares construcciones se pueden visitar en los Cárpatos, en la parte oriental del país. Las más antiguas (Hervartov, Tvrdošín) datan de la época gótica.

Los amantes de curiosidades pueden visitar a uno de los diez castillos con mayor extensión del mundo, el de Spiš, o las ruinas del castillo de Čachtice donde vivió la condesa Bátory, tristemente famosa por darse baños de sangre de doncellas. El visitante que se desplace a la zona oriental podrá admirar el altar gótico más alto del mundo, de 18,6 metros. Se encuentra en la Catedral de San Jorge de Levoča y es obra del Maestro Pavol quien tardó diez años en escupirlo en madera de tilo.
   

Maskviajes: Qué nos puedes comentar sobre Bratislavala, capital del país?


 Vladimir Gràcz: Uno de los lugares más visitados del país es su capital Bratislava, también gracias a las conexiones aéreas y su cercanía con otras capitales europeas; Viena está solamente a 60 km. Los visitantes pueden disfrutar de un agradable paseo por las callejuelas peatonales de su elegante centro, sentir la afabilidad de su alegre gente y probar alguna de las especialidades de la gastronomía eslovaca en sus numerosos bares y restaurantes.
Bratislava, la capital de Eslovaquia, llamada la “bella del Danubio”, es una de las metrópolis más jóvenes de Europa. El centro histórico de la ciudad ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos. Una lista grabada en el presbiterio de la magnífica iglesia gótica de la coro¬nación, la CATEDRAL DE SAN MARTÍN (1452), recuerda los tiempos gloriosos de la ciudad cuando fue testigo de 19 coronaciones de reyes húngaros,  igual que el camino de coronación que recorre las calles y plazas del centro marcado por 178 placas de latón pulido con una corona real incrustada en el pavimento.
La ciudad experimentó su mayor auge arquitectónico, social y cultural durante el reinado de María Teresa a la que le gustaba visitar la ciudad acompañada de un numeroso séquito de nobles, quienes construyeron en la urbe ostentosos palacios de estilo rococó y clasicista, como el PALACIO DE GRASSALKOVICH, hoy residencia del Presidente del Eslovaquia.
El monumento dominante de la ciudad es el CASTILLO, con una silueta de cuatro torres, que se alza a 85 metros sobre las aguas del Danubio, desde cuyos miradores se abren espectaculares vistas a la ciudad. En su recinto se encuentran las exposiciones del Museo Nacional Eslovaco.
De la arquitectura moderna destaca el PUENTE DE LA INSURRECCIÓN NACIONAL ESLOVACA que une las márgenes del río, suspendido de un solo pilón y en cuya cabeza, a 85 metros de altura, se encuentra un restaurante con mirador. Cruzando el río, el visitante puede descansar al amparo de los árboles centenarios del extenso JARDÍN DE JANKO KRÁĽ, el parque público más antiguo de Europa Central. Los amantes de la cultura no deberían perderse alguna de las representaciones de ballet o de ópera en sus escenas permanentes del Teatro Nacional Eslovaco.

Maskviajes: Rutas turísticas


Vladimir Gràcz: El abanico de propuestas para el visitante del país es amplio, desde viajes culturales, rutas en las que descubrir los monumentos más valiosos, pasando por rutas gastronómicas o de salud conociendo las fuentes minerales, hasta una curiosa visita a la Bratislava socialista en un vehículo de época.

De entre todas ellas escogemos la Ruta Gótica (de 267 km) que presenta los monumentos más interesantes y valiosos de las REGIONES DE SPIŠ Y GEMER: desde castillos, centros históricos de municipios bien conservados, museos y catedrales, hasta pequeñas iglesias rurales, casas de burgueses y artesanos o pintorescos puentes de piedra.
Una vez en ruta, el visitante no debería perderse el PALACIO DE CAZA DE BETLIAR, de estilo renacentista-barroco, con una exposición sobre la vida de la aristocracia con muebles originales de los siglos XVIII-XIX y un magnífico parque histórico de diseño inglés.

Una forma de acercarse a la cultura del país es a través de su gastronomía. Por eso también queremos mencionar la Ruta de los viñedos de los Pequeños Cárpatos. Prácticamente desconocidos en España, sin embargo, los vinos eslovacos tienen una gran calidad confirmada por múltiples premios ganados en competiciones internacionales. La zona sur del país es de clima suave y tierras fértiles y la elaboración del vino en sus bodegas remonta al siglo XVII. El vino tinto de la variedad de uva Frankovka era uno de los preferidos de la Emperatriz María Teresa.
La ruta de los viñedos de los Pequeños Cárpatos aúna el vino con el paisaje, la historia y la gastronomía en una zona que se extiende desde Bratislava a Trnava. Ya en la misma capital, en sus barrios de la periferia, RAČA y VAJNORY, hay varias bodegas con excelentes vinos. A pocos kilómetros nos encontramos con la primera ciudad vinícola, SVÄTÝ JUR, cuyo centro, conservado prácticamente intacto, nos muestra como eran las ciudades vinícolas. El centro de la región es la ciudad de PEZINOK con caldos muy apreciados. Muy cerca está el municipio SLOVENSKÝ GROB, famoso por su ganso asado acompañado por lokše, tortillas típicas de patata, y col rehogada. La fama de este plato es tal que durante la mejor temporada para degustarlo, en los meses de otoño, hay que reservar con antelación en alguno de sus restaurantes. El viaje termina en MODRA, además de centro vinícola, ciudad famosa por su loza que lleva su nombre.



Maskviajes: Castillos y palacios


Vladimir Gràcz:  Según los archivos, en el pasado en Eslovaquia había unos 300 castillos y fortalezas, además de 425 palacios. La primera mención escrita sobre el castillo eslovaco más antiguo, DEVÍN -levantado encima de una peña de 80 m en el punto de confluencia de los ríos Danubio y Moravia, en la parte occidental de la capital- data del año 868. Hoy se conservan 168 castillos y 52 ruinas. Además de descubrir la historia del país, ofrecen una atractiva programación de festivales musicales, teatrales, ferias tradicionales con venta de productos típicos y diversos espectáculos, entre los que son muy populares las recreaciones de combates medievales, visitas nocturnas o recreaciones de importantes acontecimientos, como la Fiesta de coronación de Bratislava el primer fin de semana de septiembre.

Entre los castillos eslovacos destacamos el de Trenčín, construido para proteger el valle del río Váh. De su complejo destaca la Torre de Matúš de 39 metros de altura (s. XIII). Una curiosidad de la ciudad es una inscripción romana del año 179 grabada en la peña sobre la cual se levanta el castillo y que indica que aquí pasó el invierno la segunda legión romana.

Unos espacios subterráneos gigantescos, con una extensión y arquitectura únicos en Europa, son el reclamo de una de las obras de fortificación renacentistas mejor conservadas en Eslovaquia, Červený Kameň, en los Pequeños Cárpatos, a menos de 40 kilómetros de Bratislava. El mayor de los sótanos mide 70 metros de largo y 9 metros de altura. En su interior hay varias interesantes exposiciones: una valiosa colección de muebles históricos, pinturas, alfombras orientales, cerámica, porcelana de Fayence y de armas.

Uno de los castillos más grandes es el imponente castillo gótico-renacentista de Orava, en el noroeste de Eslovaquia. Se  alza en una  escarpada peña calcárea, a 120 metros sobre el río. Se empezó a construir en las terrazas de  la peña desde arriba hacia abajo a partir de mediados del siglo XIII y su imagen actual se debe a una reforma de finales del XIX.

El castillo más visitado es el de Bojnice, considerado uno de los más hermosos del país. La silueta de los empinados techos de las torres corona el extenso llano de la región de Nitra. De entre sus atractivos destacamos el techo de la Sala de Oro del castillo, los tapices de cuero turcos, la capilla con bóveda de estucado y frescos del 1662, la cueva subterránea o el misterioso sarcófago del último conde. Entre las obras más valiosas figura el Altar de Bojnice (s. XIV), obra del maestro italiano Nardo di Cione.

Uno de los castillos medievales mejor conservados es el de Krásna Hôrka (s. XIV), situado en la pintoresca región de Gemer. Aquí el visitante puede admirar la cocina original del castillo con la pintura Ojo de Dios, su colección de armas o los basset horn, instrumentos musicales únicos: de los 8 existentes en todo el mundo, aquí se conservan 3 ejemplares.

Los siguientes monumentos han merecido su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
El primero es el conjunto monumental del Castillo de Spiš. Con sus 4 hectáreas es una de las ruinas más extensas de Europa Central. Junto con el castillo están en la lista de la UNESCO el cabildo secular SPIŠSKÁ KAPITULA, en cuya catedral se conservan cinco altares góticos y pinturas medievales y la IGLESIA DEL ESPÍRITU SANTO DE ŽEHRA (s. XII) con grandiosos frescos y elementos bizantinos.

El segundo es Banská Štiavnica, una pintoresca ciudad minera situada en los Montes de Štiavnice (Eslovaquia Central) que alberga 360 monumentos históricos, entre los que figuran dos palacios, el Viejo y el Nuevo y dos basílicas de estilo románico tardío. La ciudad, además de ser una de las más bonitas del país, posee un indudable interés histórico. Conserva la estructura técnica de la minería, el sistema de embalses y otras obras técnicas.


Maskviajes:  ¿Qué podemos descubrir en los Montes Tratas?


Vladimir Gràcz:  Los Altos Tatras (Vysoké Tatry), situados en el norte del país, en la frontera con Polonia, son la única cadena alpina del país y la cordillera más alta del arco carpático, elevándose como una muralla granítica a más de dos mil metros desde el valle Popradská kotlina. Presentan una concentración única de bellezas naturales en un espacio reducido. Son característicos sus profundos valles y cimas escarpadas y rocosas. El pico más elevado es GERLACH (2654 m), además hay otros 25 que sobrepasan la altura de 2500 metros. El más popular es LOMNICKÝ ŠTÍT al que se asciende en un funicular desde Tatranská Lomnica.
Aquí se concentra el mayor número de lagos de origen glacial, unos cien. Los  más populares son ŠTRBSKÉ PLESO y POPRADSKÉ PLESO. Sus valles también seducen con las atractivas cascadas de sus saltos. Entre los más visitados figura el salto de agua de STUDENÝ POTOK y el más conocido es OBROVSKÝ VODOPÁD cuya cascada mide 20 metros.
Los Altos Tatras son un destino turístico muy frecuentado, tanto en invierno como en verano. Toda la zona es parque natural desde 1949. A sus visitantes ofrece la posibilidad de practicar esquí y hacer senderismo, además de relajarse en su parque acuático o admirar la flora y fauna, entre la que queremos destacar la cabra montesa autóctona única, kamzík.

Siendo los Altos Tatros los más conocidos, no queremos dejar de mencionar los Bajos Tatras (Nízke Tatry), el macizo montañoso eslovaco más extenso, de 100 km de longitud, que se extiende por el centro geográfico del país y ofrece hermosas caminatas turísticas por la sierra principal. La sierra está integrada por 55 picos de entre 1700 y 1900 m de altura.
Su valle DEMÄNOVSKÁ DOLINA es uno de los mejores destinos vacacionales del país por sus pistas de esquí, debajo del monte CHOPOK; por su CUEVA GLACIAL DOBŠINSKÁ, la más antigua y, a la vez, la mayor de Europa; por la belleza de su naturaleza; las fuentes termales próximas y su buen equipamiento hostelero.


Maskviajes: Del Parque Nacional de Paraíso Eslovaco  que se puede visitar?.



Vladimir Gràcz:  Las bravías aguas en la meseta cársica, en la región de Spiš (la parte oriental del país), han labrado los barrancos y cañones que caracterizan el parque nacional Paraíso eslovaco (Slovenský raj), constituido por casi 200 km de espectaculares formaciones rocosas, angostas gargantas, cascadas, ríos subterráneos y cuevas entre bosques de coníferas y con relevante presencia de flora y fauna alpina.  Muchos de sus parajes recuerdan a la selva virgen por su frondosidad. Gracias a la abundancia de agua y a la humedad, la naturaleza es exuberante con flora poco frecuente que atrae a la mayor diversidad de mariposas habidas en Eslovaquia, más de 2 100 especies.
A los visitantes les esperan 300 km de senderos, de los que 100 km atraviesan un terreno de gran dificultad. Los senderos señalizados ofrecen excursiones desde 2 horas hasta de un día de duración de diversa dificultad, con tramos no aptos para los que sufren de vértigo. Los tramos difíciles están dotados de escaleras de madera suspendidas o de hierro clavadas en la roca, barandillas o cuerdas. Se requiere calzado impermeable, pues hay senderos que pasan directamente a través de los arroyos, y las rutas de más dificultad, con escaleras de hasta 90 m de longitud o verticales, son aptas solamente para turistas muy preparados.
Uno de sus barrancos más visitados es el de SUCHÁ BELÁ, de 4 km de longitud, cuyas aguas superan por medio de saltos y cascadas una diferencia de hasta 400 metros.



Maskviajes: La gastronomía y bebidas eslovacas


Vladimir Gràcz: La gastronomía eslovaca es un fiel reflejo de su variada orografía: una llanura fértil y de clima templado en el sur ha propiciado una cocina con abundancia de vegetales frente a la cocina más austera, basada en legumbres, harina, leche, patatas, col y carne ahumada, del montañoso norte del país con clima mucho más severo. Son muy típicos los riquísimos quesos: el fino parenica, cocido al vapor, korbáčiky, estirado y trenzado, oštiepok, tierno de oveja, todos tanto ahumados como sin ahumar.
    El plato nacional son los ñoquis de patata con queso fresco de oveja bryndza y con trozitos de tocino fritos. En una comida eslovaca no puede faltar como primer plato una sopa. Una de las más populares es kapustnica, un guiso de col fermentada con chorizos ahumados y la que se suelen añadir también carne de cerdo ahumada, boletus y hasta ciruelas secas.
    Los amantes de dulces no deben perderse la variada pastelería eslovaca, desde delicados pasteles y tartas, muy populares son aquellos en cuya elaboración se utiliza la miel, pastas de jengibre y miel, algunas primorosamente decoradas, hasta diversos brioches y bollos de masa fermentada con toda clase de rellenos: de requesón, de nueces, de mermelada o de adormidera. En las mesas eslovacas no pueden faltar platos dulces como fideos caseros con adormidera o requesón o bolas rellenas de frutas frescas o mermelada.

    En cuanto a las bebidas, tienen gran tradición los aguardientes de diversas frutas: slivovica de ciruelas claudia, hruškovica de peras, borovička de enebros, entre otros. También son muy populares los licores de hierbas, tanto dulces como amargos.
    Sin embargo, las bebidas más consumidas son la cerveza, de excelente calidad, y los vinos, especialmente los blancos y los rosados. En la frontera con Hungría se elabora el aromático vino Tokajské que fermenta un mínimo de cuatro años. En los meses fríos es muy popular el vino hervido con especias.
    También queremos invitar a los visitantes a probar los excelentes refrescos autóctonos, Kofola, de cola con un sabor a regaliz, o Vinea, elaborado a partir del mosto.


Maskviajes:   Si Eslovaquia se encuentra en el corazón de Europa, entonces ¿ Qué es el Mar Eslovaco? 


Vladimir Gràcz:  Eslovaquia se encuentra en el corazón de Europa y por eso se suele decir que la única atracción que le falta es el mar. Sin embargo, el país cuenta con un gran númereso de lagos y embalses. El embalse de Liptovská Mara se formó por la inmersión de todo un valle. Es la represa con la mayor cantidad de agua y de allí la referencia como el Mar Eslovaco. Situado en la región de Orava, en el norte del país, es un destino turístico popular por sus aguas claras y cristalinas. Atrae a los amantes de la pesca, natación y de los cada vez más populares deportes acuáticos.

Siendo Liptovská Mara la presa más conocida, hay otras importantes, como la de ZEMPLÍN, en el este del país, de origen natural, o el complejo GABČÍKOVO, en el sur, cerca de la capital. La última, además de las instalaciones para practicar deportes acuáticos, incluido uno de los canales de aguas bravas artificiales más grandes de Europa (Čunovo), ofrece también ocio cultural en la galería Danubiana, un moderno centro de arte contemporáneo ubicado en un llamativo edificio con forma de nave.


Maskviajes:  A donde se puede dirigir el viajero  para recibir información de la República Eslovaca.


Vladimir Gràcz:  Los interesados en visitar el país pueden encontrar una amplia información y sugerencias de viaje en la página web de la Agencia Eslovaca de Turismo: www.slovakia.travel.

    Para entrar en el país es suficiente con el DNI en vigor. Es necesario llevar la Tarjeta Sanitaria Europea para poder ser atendido en los centros de salud públicos.
    Si viaja con el coche es necesario adquirir una viñeta para circular por las autopistas (10 euros para 10 días, se puede adquirir on-line en: www.eznamka.sk). No hay ninguna tolerancia de alcohol para los conductores.
    Los visitantes de Bratislava deben tener en cuenta que los billetes para el transporte público se deben adquirir en las máquinas expendedoras y cancelarlos nada más subir al vehículo. Existen billetes turísticos válidos para uno o varios días. Son recomendables, pues los billetes se compran por tiempo de duración del viaje, un sistema algo complicado para los foráneos.