El Museo de los “Mosqueteros” de España

¿Has oído hablar alguna vez de los “Monteros”? Era un cuerpo especial de la Guardia Real creado para velar los sueños de los Reyes de Castilla. Fueron formados en el siglo XI, mucho antes de la constitución de los famosos mosqueteros galos, y sobrevivieron mucho más en el tiempo, con una misión muy clara: custodiar la alcoba de los monarcas. 

No cualquiera podía ser “Montero”. Debían ser hidalgos o naturales de la villa de Espinosa, localidad al norte de la provincia de Burgos. Empezaron siendo solo cinco, número que ascendería con el tiempo, en función del devenir de los diferentes reyes en el curso de los siglos.

Con Alfonso XIII su número era ya 24, de los cuales 4 debían estar permanentemente en Madrid y el resto alternaba entre la Corte y Espinosa. Y así se mantuvieron hasta la proclamación de la Segunda República, en 1931, cuando se disolvió a los “Monteros”.

Su curiosa historia y misión, esa de custodiar la regia alcoba, se recoge en el “Museo de los Monteros del Rey”, en la ciudad que los vio nacer. Los uniformes oficiales, las armas y utensilios hallados en el campo de batalla de la famosa Batalla de Espinosa contra las tropas napoleónicas son sólo algunas de las piezas de este museo ubicado la localidad de la mantequilla, las quesadas y los sobaos en el corazón de los valles pasiegos de Burgos. 

Museo de los Monteros del Rey. Espinosa de los Monteros (Burgos). C/ Pedrero, 7. Tel: 947 143 842

El museo de los pastores

Trashumancia. Suena a antiguo, a lejano, a otra España. Pero la trashumancia pervive y se vive aún hoy en día en muchos pueblos de España, suscitando no poca curiosidad para niños y mayores. Esa migración ovejera, ese contacto con el mundo rural en toda su esencia, esa vuelta a los orígenes, al pueblo, despierta una poderosa sugestión a medio camino el romanticismo y el escapismo. Y si encima nos escapamos a un paraíso glaciar, la idea es irrechazable.

Estamos en Neila, la puerta de entrada al Parque Natural de las Lagunas glaciares del Neila, pero, además, villa realenga y pequeño emporio de riqueza en los tiempos del comercio de la lana. Un paseo esplendoroso que aún reflejan las casas solariegas del pueblo. Y un pasado trabajoso vinculado a la trashumancia, como recoge el museo del mismo nombre.

La trashumancia en Neila se remonta a la Edad Media y alcanza su apogeo entre los siglos XIII y XIX. Seis siglos de empoderamiento y trabajo que resume esta curiosa muestra reconstruida a base de aperos y útiles de esa época pastoril, cedidos por los vecinos, nada de recreaciones. Y documentos, vídeos y paneles para entender bien qué es eso de la trashumancia, la de larga distancia (que se dirigía a los invernaderos de Extremadura), la del mediodía (los desplazamientos de un mes de duración) y la vertical (hacia la parte alta de las montañas que circundan Neila).

Museo de la Trashumancia. Neila (Burgos). C/ Real, 27. Tel: 947 395 464

El museo del herrero

Ese personaje que los niños ven en sus belenes navideños y colocan con júbilo, el famoso “herrero” de todo nacimiento, muchos no lo ubican en la España de hace un siglo. Pero no sólo los había, y a raudales. Los hay aún y se puede entrar en su propia casa. Bienvenidos a Aldea del Pinar, con sus construcciones carreteras (también muy “belenistas”), ya que nos encontramos en la zona de la Hermandad de Carreteros Burgos-Soria.

Aquí no estamos en un museo temático de nuevo cuño. Aquí nada huele a nuevo. Huele a verdad, a pasado, a autenticidad. Y es que estamos en la verdadera “casa del herrero”. En la fragua del herrero de Aldea del Pinar. 

El Museo de la Fragua se ubica en la fragua del pueblo, donde el herrero calentaba el hierro al rojo para domarlo y lo golpeaba con la maza en el yunque. Como recrea la escena del belén. De esta manera, el herrero creaba útiles y aperos, normalmente de labranza, y reparaba los estropeados. También arreglaba las herraduras de los caballos, bueyes y vacas. En la localidad, éste era un oficio de vital importancia, pues Aldea del Pinar pertenecía a la Hermandad de Carreteros Burgos-Soria. El oficio se fue perdiendo a lo largo del siglo XX (hace cuatro días y a la vez tan lejos) por la mecanización del campo. Pero gracias a este lugar, no caerá en olvido. 

Museo de la Fragua. Aldea del Pinar (Burgos). C/ Ángel García Manera. Tel: 607 32 55 84

El museo del tebeo 

En la época de los mensajes de texto, los audios y los reels, volver al tiempo de Zipi-Zape y los tebeos que formaron parte de la infancia de padres, tíos y abuelos de una generación española que gastaba su paga semanal en viñetas con gran alegría, suena a “viaje en el tiempo” familiar.

El museo del cómic de Solarana recoge la historia del cómic y, también, del cine mudo en España y de su evolución desde que se inició a finales del siglo XIX. Ubicado en una antigua casa solariega, la visita al espacio ya es en sí mismo un buen plan, pues permite acceder a una de las construcciones con la tipología propia de las casas antiguas de la localidad.

Un espacio para la curiosidad, la añoranza, las sonrisas, el reencuentro, el “contar historias personales” a los niños, el pronunciar ese entrañable “cuando yo tenía tu edad” …

Museo del Cómic. Solarana (Burgos). C/ Mayor, 55. Tel: 947 173 312

El museo de la escuela 

Que los colegios de ahora nada tienen que ver con los de hace unos años es una realidad quizá no tan evidente para los más pequeños. Un paseo por el Museo de la Escuela permite descubrir de forma lúdica y realista la infancia de abuelos y bisabuelos, en lo que era la vida en cualquier pueblo de la España rural del siglo XX. 

Más aún cuando el recorrido por el museo está formado por historias reales, de los que fueron los pequeños del lugar. Y es que los vecinos de Ciruelos han cedido recuerdos, vivencias y elementos originales para recrear juegos y el día a día de los bebés, los niños y los adolescentes de la época, hasta que se casaban, a edad temprana. El protagonismo de las narraciones personales de los habitantes del pueblo da a este museo ese carácter personal que lo hace único y lo convierte en experiencia inmersiva cien por cien, auténtica y realista.

Además, el museo recoge la tradición de las Marzas, que se celebraba en los pueblos de Burgos, y otros de la península, para da la bienvenida a la primavera. Con el nombre de Marzas se llamaba a los cantos de los mozos solteros de los pueblos y el pequeño “ceremonial” de despedida del invierno, dentro del cual preparaban grandes hogueras y cantando, iban de casa en casa pidiendo un aguinaldo para celebrar una comida al día siguiente.

Museo de la Escuela y las Marzas. Ciruelos de Cervera. C/ San Jorge. Tel: 626 884 168 – 652 737 444

Provincia de Burgos, Origen y Destino

Burgos es origen de la lengua castellana, del primer hombre europeo, cuna de leyendas, cruce de caminos, así como punto de partida de relevantes hechos históricos que han dejado un legado cultural, arquitectónico, artístico y etnográfico. A su vez, Burgos es destino para todos aquellos que buscan un viaje lleno de sensaciones donde el patrimonio, la naturaleza, la gastronomía y la historia van de la mano. 

www.museosvivos.com

www.turismodeburgos.org