Un paseo por Argel (III)
Viajes - Visitas a Lugares


Y por fin el viajero pudo visitar la Casbah…la Casbah que, construida sobre una colina que se eleva sobre el mar como una fortaleza, es como una gran terraza en donde cada uno de sus escalones lleva hacia el mar y está formada por multitud de patios, calles y callejuelas, con o sin fin. Es como un laberinto increíble de calles y recovecos que sólo conocen bien quienes allí habitan. 











































La Casbah es una ciudadela dentro de la capital, Argel; está dividida en Casbah alta y Casbah baja y se encuentra a sólo un paso de las calles más modernas que dan a la bahía de Argel, pero cuando das ese paso y entras en la Casbah, es como si entraras en otro mundo. La Casbah es un crisol de colores, olores, sensaciones, en donde uno puede transportarse fácilmente a otras épocas y dejar que su imaginación corra hasta la época de los primeros moradores de dicha ciudadela y desde donde surgen maravillosas y, al mismo tiempo, dramáticas historias de sentimientos, de luchas por la libertad, y de relatos acerca de la dignidad y de la voluntad de vivir de un pueblo.

La Casbah de Argel data de principios del siglo IV a. C. y está clasificada como Patrimonio Nacional desde 1991 y en 1992 fue denominada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.


Pero para visitar la Casbah y poder sentirla, comprenderla y admirarla, el viajero se unió a una de las visitas guiadas que hay en dicha ciudadela. En este caso, eligió a un guía profesional llamado Yacine Boushaki, que es hijo de la Casbah y enamorado y orgulloso de la misma y que sabe transmitir de maravilla la historia, enseñarte los monumentos e incluso amenizar la visita con música tradicional desde un mirador desde donde se puede admirar la Casbah en su totalidad.


Después de haber contratado la visita con Yacine (que es fácil de localizar a través de Facebook) el viajero se reunió con un grupo de turistas un sábado por la mañana, alrededor de las 10:00, en la Plaza de los Mártires, en la entrada del metro. Lo primero que Yacine hizo fue poner a los visitantes en situación, es decir, contar la historia de los comienzos históricos de la Casbah.


Y una vez comentados los orígenes el grupo se adentra en la Casbah baja, en la cual los visitantes vieron un típico barrio de estilo morisco con sus callejuelas serpenteantes que contrastan con el urbanismo colonial periférico. Allí empiezan a sucederse las historias de las calles, los monumentos y algunos de los locales, como el café Malakoff, en la Calle Bab el Oued, que es un café emblemático en la Casbah baja. Por ahí han pasado grandes nombres de la música Chaâbi y las fotos que podrás ver en las paredes lo atestiguan. En este local se reunían también profesores y otros intelectuales alrededor de una taza de café. Es un lugar a visitar y tomar un café con unos dulces típicos.

       

Pasamos (y nos detenemos) por delante de la Mezquita Katchaoua, cuyos orígenes en cuanto a la fecha son variados. El hecho es que después de derrumbarse un par de veces, la reconstrucción actual data de 1794, durante el gobierno del Dey Hassan. En 1832 se utilizó para el culto católico durante la colonización francesa, bajo el nombre de Catedral de San Felipe de Argel y con la independencia de Argelia, en 1962, pasó a ser de nuevo una mezquita. El viajero quedó asombrado ante la belleza de la fachada con los dos minaretes octogonales que miran al mar. El Templo es realmente impresionante y merece la pena ser visto.

   

   


Y entre un lugar y otro te cruzas con la gente en las calles, en los mercados abarrotados, en las pequeñas tiendas que venden de todo, agrupadas por barrios según su especialidad. Te observan, los miras y hay una especie de complicidad amable que te da la bienvenida a la Casbah, a esta alma de Argel con sus calles y sus gentes. Te sientes bien y acogido.


El grupo llega a la Maison d'Ali la Pointe. Ali Ammar, más conocido como Ali La Pointe, y sus compañeros de lucha Hassiba Ben Bouali, Mahmoud “Hamid” Bouhamidi y “Petit Omar”. Al negarse a rendirse, murieron al ser dinamitada la casa por paracaidistas franceses durante la noche del 8 al 9 de octubre de 1957. Este museo dedicado a este héroe de la batalla de Argel y a los demás mártires se inauguró en julio de 2006.

  

  



Maison d’Ali la Pointe


Desde ahí hubo tiempo de ir a la zona de la Casbah alta y tomar un té y unos dulces en una de las casas desde donde se pudo disfrutar de unas inmejorables vistas de la Casbah y la bahía de Argel mientras el guía nos deleitaba con unas canciones típicas a las que se unió gran parte del público asistente a la excursión de la Casbah.


Continuando con la visita a la Casbah, merece la pena ver el Palacio de Mustapha Pacha, que data del siglo XVIII y que alberga el Museo Nacional de Iluminación, Miniaturas y Caligrafía. Es espectacular este palacio situado en plena Casbah.

    


Después de seguir recorriendo las calles y haciendo paradas en algunas tiendas de artesanía, se termina la visita a la Casbah y el viajero continuó su paseo por Argel y, con intención de descansar un poco de la visita, se dirigió al mítico hotel El Djazair en su paseo por dicha capital. Quizás este nombre no os suene pero si hablamos de su nombre original, el Hotel St. George, esto empieza a tener otra historia….Y hablo de historia porque es uno de los 5 hoteles más antiguos de África. Este hotel con categoría de cinco estrellas fue inaugurado como hotel en el año 1889, pero la historia de su construcción data de 1514. Imaginaos lo que habrá vivido…. Y además, la ventaja de su céntrica ubicación es que está próximo al Museo del Bardo y al Monumento de los Mártires y posee unas vistas espectaculares de la bahía de Argel.


Con esta historia hay que decir que fue utilizado como Cuartel General de las Tropas aliadas entre noviembre de 1942 y diciembre de 1943. Esto hizo que por allí pasaran personalidades de la época como Dwight D. Eisenhower, Winston Churchill y otras muchas gentes de la burguesía extranjera, artistas, intelectuales y políticos desde aquella época hasta la actualidad y cuyas fotografías están colgadas por la cafetería que da al jardín botánico. Es un recorrido muy curioso a través de la historia poder contemplar las fotografías de quienes en este hotel se alojaron. 

    

Pero bien sea para alojarse en una de sus cuidadas y cómodas habitaciones, celebrar un evento en uno de sus impresionantes e históricos salones o simplemente tomar un refrigerio en la cafetería con jardín, el personal del hotel, desde los solícitos camareros hasta la encantadora responsable de comunicación y marketing que nos dedicó una buena parte de su tiempo explicándonos la historia del hotel y mostrándonos algunos de sus lugares más emblemáticos del mismo, todos hacen gala de un exquisito trato y profesionalidad que te transportará, ayudado por la magnífica decoración y el apropiado ambiente, a otras épocas de ensueño, en este oasis situado en el centro de Argel y en donde podrás relajarte y reponer fuerzas en un ambiente cosmopolita y poder prepararte para el siguiente viaje desde esta maravillosa y encantadora ciudad de Argel.


Texto y fotos: Fernando Novo Lens.

Presidente de la Asociación Cultural Hispano-Argelina “Miguel de Cervantes”. ACUHA