Los Caminos a Santiago (Parte II)
Naturaleza Activa - Senderismo


Sin embargo, antiguamente el peregrino no comenzaba como ahora su peregrinación en el lugar donde comienza el camino que han elegido para recorrer, lo hacían saliendo desde la misma puerta de su casa. Por eso, son numerosos los caminos que atraviesan la península. En ocasiones, para explicar a los peregrinos porque existen diferentes caminos, pongo el ejemplo del cuerpo humano que cuenta con infinidad de pequeñas venas que van discurriendo desde las partes más alejadas del corazón y confluyen en venas más importantes, hasta que llegan a las arterias y esas arterias son las que llevan la sangre a nuestro corazón. También los peregrinos que comenzaban a dar los primeros pasos en la puerta de su casa, se desplazaban hacia caminos más concurridos hasta que llegaban a una de esas arterias de lo que conocemos como caminos históricos y tradicionales y a través de ellos, coincidían con peregrinos procedentes de diferentes lugares y juntos recorrían el trazado que les quedaba para llegar a Compostela.


Zamora, representa una encrucijada de caminos. Contamos en la provincia con cinco caminos históricos y tradicionales (vía de la Plata, camino de levante, camino del sureste, camino zamorano portugués y camino sanabrés), que discurre por el lugar en el que ahora nos encontramos.


Todos los peregrinos procedentes de levante y del sureste, confluían en nuestra provincia y una vez que llegaban a ella, optaban por continuar hasta Astorga para enlazar con los peregrinos que avanzaban por el camino francés o desviarse por Puebla de Sanabria o Bragança y a través de Orense, llegar a la ciudad del apóstol.


La provincia de Zamora, se encuentra atravesada por cinco caminos históricos o tradicionales, con un trazado de 500 km de recorrido. Seguramente es la provincia que más kilómetros cuenta de trazado jacobeo o por lo menos de las que más kilómetros de camino tiene. Nuestros caminos atraviesan un tercio de las poblaciones que hay en la provincia y los peregrinos, pueden llegar a convertirse en los mejores embajadores que podamos imaginar para estas tierras, por lo que debemos aprovechar esta oportunidad y dar a conocer al mundo entero, los valores que tenemos.


Centrándonos más en nuestro camino, que es el Sanabrés, para muchos peregrinos representa uno de los trazados más importantes y bonitos que pueden recorrer, porque se van encontrando con una diversidad de paisajes que lo convierten en uno de esos caminos únicos.


El camino Sanabrés comienza en Granja de Moreruela, los peregrinos que vienen recorriendo la vía de la Plata, en este punto, optan por continuar hasta Astorga para recorrer el camino francés o recorrer este camino, que cuenta con identidad propia y está considerado como uno de los caminos históricos que los peregrinos pueden recorrer.


Me gusta denominarlo el camino de los monasterios, porque su trazado en lugar de, como sería lo más lógico, ir en línea recta, va zigzagueando desde que comienza en Granja de Moreruela hasta Mombuey.


Seguramente este trazado viene motivado porque los antiguos peregrinos, encontraban en los monasterios ese lugar, en el que recibían la hospitalidad que estaban buscando, y en Granja de Moreruela, en el antiguo monasterio cisterciense, se les ofrecía, lo mismo que se les proporcionaba acogida en el antiguo monasterio ubicado en Moreruela de Tábara y en el que hasta el paso de Almanzor, se encontraba en tierras de Tábara, el antiguo monasterio de El Salvador y posteriormente accedían al que se encontraba en Santa Marta de Tera.


Los hitos que los peregrinos se van encontrando en este camino, representan uno de los patrimonios jacobeos más importantes que podamos encontrar en cualquiera de los trazados que recorren los peregrinos en su peregrinación a Compostela y vamos a tratar de describir algunos de los más importantes.


En Granja de Moreruela, el monasterio de Santa María, se convirtió en uno de los más importantes que los monjes cistercienses construyeron en la península y allí los peregrinos, encontraban una relevante acogida en la que se les ofrecía la hospitalidad más importante que podían desear. En la actualidad, de este monasterio únicamente nos quedan sus ruinas, pero es sobresaliente la cabecera que lo preside, resaltando que debió ser un soberbio templo, que continúa siendo admirado por los peregrinos que pasan por aquel lugar.


En el monasterio de San Salvador de Tábara, no quedan referencias de la acogida que los monjes ofrecían a los peregrinos, pero debía ser en su momento importante por el esplendor que en su día llegó a tener y en la actualidad los peregrinos pueden contemplar el magnífico Centro de interpretación de los beatos, de donde salieron algunas de las obras de arte en miniatura más relevantes que la cultura nos ha transmitido.


Santa Marta de Tera, contaba con un monasterio del que únicamente nos queda el recuerdo y algunas obras que delatan la importancia que debe tener en su momento. La Iglesia que se construyó en el siglo XII es un magnífico ejemplo del arte románico más importante que nos ha sido legado. En este templo, se puede contemplar dos veces al año en los equinoccios de primavera y de otoño, como los maestros constructores supieron explicar al pueblo la llegada de estas dos épocas del año, consiguiendo que un haz de luz, iluminará por completo el capitel que se encuentra en el altar mayor.


También Santa Marta de Tera, conserva uno de los iconos de todos los caminos conocidos, la imagen pétrea de Santiago con hábito peregrino, considerada la más antigua que podemos admirar en la actualidad.


Desgraciadamente, esta obra de arte se encuentra en un peligro permanente por su exposición a las inclemencias meteorológicas que ya conocemos de sobra en esta tierra y la dejadez de los responsables de su custodia, que carecen de la voluntad de proteger un bien que nos ha sido legado por nuestros mayores, con el paso del tiempo, si no se toman medidas oportunas para su protección, acabará desapareciendo.


La siguiente jornada, los peregrinos llegaban a Rionegro del Puente, que en su momento fue uno de los centros jacobeos más importantes que había en toda la península, porque allí tenía su sede la cofradía de los Falifos que, desde su constitución, ha venido ofreciendo acogida a los peregrinos de forma permanente, considerándose la más antigua que viene haciéndolo ininterrumpidamente.


La cofradía de los Falifos, además de construir puentes para que los peregrinos no perecieran en su avance hacia Compostela, construyó en este camino más de dos docenas de hospitales, que acogían a los peregrinos y en la actualidad continúa haciéndolo.


Santuarios como el de la Carballeda, Nuestra Señora de Agavanzal, la Tuiza en las estribaciones del puerto de la Canda, seguramente también fueron lugares en los que los peregrinos encontraban una acogida que les permitía continuar la peregrinación que estaban realizando.


Y en este camino, ¿qué ha significado Tábara para los peregrinos? Tábara es una de las poblaciones más importantes del camino Sanabrés y a lo largo de la historia, tenemos numerosos vestigios de que los peregrinos en este lugar encontraban esa hospitalidad que estaban buscando.


Tan solo 100 años después del descubrimiento de los restos del apóstol, en Tábara, en su Scriptorium, se realizó en uno de los beatos, el Beato de Gerona, una doble página en la que recogía un apostolado completo y ya se hacía referencia a Santiago peregrino, como Iacobus Hispania, que seguramente es la imagen más antigua que se conserva del apóstol, al menos hasta la fecha no encontrado ninguna representación anterior que refleje al apóstol, como se hace en este códice.


En la Alta edad media, también los peregrinos tenían acogida en Tábara, algo que venía ocurriendo en los diferentes lugares del camino donde los nobles, establecían hospitales para acoger a los que se encontraban recorriendo cualquiera de los caminos de Santiago.


En el testamento de don Bernardino Pimentel, uno de los grandes de España y señor de Tábara, se recoge en las estipulaciones testamentarias que debe establecerse de forma permanente, dos camas equipadas en el hospital que se estaba construyendo en la localidad. Tengamos en cuenta que en aquellos tiempos, la denominación de hospital se daba a los lugares en los que se acogía a la gente y los peregrinos que llegaban y la palabra hospital, derivo con el tiempo de la hospitalidad que se ofrecía en estos lugares.


Más recientemente, uno de los hijos ilustres de esta población, Felipe Camino de la Rosa Galicia, más conocido como León Felipe, una de las figuras más importantes de nuestra literatura, al que algunos denominan como el poeta peregrino, ya que, como pocos, supo cantar a los peregrinos en su famoso poema, ser en la vida romero, y durante toda su vida, él se convirtió en un eterno peregrino.


Por tradición, Tábara se ha caracterizado por ser una de las de poblaciones en los diferentes caminos, que ofrecían hospitalidad a los que llegaban y en la provincia de Zamora, fue uno de los primeros pueblos en los que se estableció un albergue para acoger a los peregrinos que pasaban por la localidad. Antes de que Zamora o Puebla de Sanabria contaran con un albergue para peregrinos, Tábara disponía de un acogedor lugar en el que los peregrinos podíamos descansar y así ocurrió cuando en julio de 2005 el camino me trajo por primera vez hasta este pueblo.


Mantener un albergue para los peregrinos en estas pequeñas poblaciones, resulta algo muy difícil de hacer con las garantías necesarias y el reconocimiento de los que llegan. Así ha ocurrido con albergues como el del Cubo del Vino, Mombuey, Puebla Sanabria, Benavente,….. En los que los peregrinos no encontraban unas instalaciones dignas y en lugar de agradecer lo que se les ofrecía, se dedicaban a denigrarlo a través de los diferentes medios que tenían a su alcance.


Algunos peregrinos hemos visto alteradas nuestras limitaciones para hacer grandes recorridos, pero deseamos seguir en contacto con la peregrinación y con los peregrinos, por eso, nos convertimos en hospitaleros, atendiendo aquellas instalaciones que de forma altruista acogen a los peregrinos.


Eso ocurrió en un momento de mi vida cuando las lesiones me impedían seguir realizando nuevos caminos y decidí hacerme hospitalero. Fui prestando mi tiempo y mi trabajo siempre de forma altruista, en aquellos lugares que mantenían la hospitalidad ante todo y aquello que fui aprendiendo en estos albergues, me sirvió cuando llegué a Tábara, poder aplicarlo en el albergue del que me iba a hacer cargo.


Cuando el 20 de febrero del año 2014 asumo hacerme cargo de acoger a los peregrinos que llegaran al albergue municipal de Tábara, a través de los diferentes medios de comunicación, los comentarios que había sobre este albergue, no resultaban muy alentadores para la tarea que deseaba afrontar. Una serie de incidencias que habían ocurrido, lo ponían como uno de los albergues en los que no recomendaban pernoctar.


Sin embargo, tenía muy claro que era lo que quería hacer y mi compromiso desde el primer día, fue conseguir que a los cinco años a los que me había comprometido inicialmente permanecer en el albergue, el albergue municipal de Tábara se encontraría situado entre los cinco más considerados que hay entre Sevilla y Santiago.


En el año 2019, el anterior a que el camino se paralizara, la principal página de Internet que siguen los peregrinos que recorren la vía de la Plata y el camino Sanabrés, que se llama; la vía de la Plata, el camino, en su valoración que hacía de los diferentes albergues basándose en las votaciones de los peregrinos, situaban al albergue municipal de Tábara, como el que mejor recuerdo les había dejado y el que recomendaban que los peregrinos no debían pasar por alto.


El albergue municipal de Tábara se ha convertido en un referente para los peregrinos de diferentes países y así se puede ver a través de las diferentes guías que traen los peregrinos y los comentarios que se hacen a través de los diferentes foros de Internet. Esto resulta muy sencillo, es conseguir que los peregrinos se sientan como su casa y para ello, sólo debemos ofrecer una hospitalidad como la que nos gustaría recibir cuando éramos peregrinos.


Al peregrino que llega al albergue municipal de Tábara, se le recibe con una sonrisa, que parece algo insignificante, pero cuando se llega a un lugar extraño, consigue abrir el corazón de la gente que no se conoce todavía. En los días calurosos se les ofrece un vaso de agua fría fresca y en los que hace más frío una bebida caliente y por la noche se les proporciona una sencilla y nutritiva cena y a la mañana siguiente algo caliente para que puedan reiniciar su camino con las energías necesarias. No se les pide por este servicio nada, a cambio, se les propone únicamente, que dejen lo que puedan aportar, para que los que llegan por detrás, dispongan lo mismo que ellos han tenido.


En el albergue municipal de Tábara, se crea un ambiente en el que la cordialidad preside cada momento y eso consigue que los peregrinos cuenten con un lugar que recordarán después de haber finalizado su peregrinación y lo recomendarán aquellos que vienen por detrás.


Es importante que pequeños pueblos como Tábara, Granja de Moreruela, Santa Marta de Tera, para peregrinos del otro lado del mundo, tengan más importancia que algunas grandes ciudades por las que su camino atraviesa, porque en estos lugares contaran con momentos especiales, que proporcionan sentido a la peregrinación que están recorriendo.


El trazado que siguen los peregrinos en estos pequeños pueblos tan degradados y decaídos, olvidados por los que tienen la responsabilidad de buscar su progreso, el camino proporciona esa vitalidad que necesitan para seguir latiendo. El peregrino que pasa por estas tierras, además de generar riqueza por el consumo que hace en los diferentes establecimientos de los que requiere su servicio, va a contar a través de las nuevas tecnologías lo que se va encontrando y eso, puede animar a muchos otros para visitar estas tierras como peregrinos o como turistas, lo cual siempre será beneficioso para estos lugares.


El camino representa un patrimonio inmaterial que debemos ante todo, proteger y mantener. Así lo supieron ver los nobles medievales cuando establecieron los hospitales para acoger a los que van llegando y también lo han sabido ver algunos de nuestros representantes públicos, que a través de los albergues que establecen para acogerlos, son conscientes de la riqueza que pueden generar para estos pueblos, por lo que tenemos que mantener este patrimonio y hacerlo de la forma que siempre se ha hecho, ofreciendo esa hospitalidad que el albergue municipal de Tábara, está proporcionando a los peregrinos que llegan a este pueblo.


Autor: Almeida

Albergue de Peregrinos de Tábara (Zamora)