Aiaraldea: Patrimonio y naturaleza para un nuevo “hogar de verano” en Euskadi
Naturaleza Activa - Turismo Rural


Desde la cascada más alta de toda la península hasta un patrimonio bello y singular


Aiaraldea en el corazón de Álava es el destino ideal para vivir una experiencia de verano y sentir que por fin se ha encontrado ese ansiado “hogar de verano” al que apetece volver para descansar y disfrutar. Sin prisa, con tranquilidad, saboreando más que nunca un territorio en el que predomina el verde y la historia, y que se puede visitar de manera relajada, gastando zapatilla, o por qué no, viajando a través de su gastronomía. 


Desde la cascada más alta de toda la península hasta un patrimonio bello y singular, la comarca de Aiaraldea acoge uno de los entornos donde combinar tranquilidad y belleza a través de su naturaleza, cultura, historia y gastronomía. 


Se sitúa en la cuenca alta del rio Nervión, y lo llenan de vida y de un extenso jardín cinco municipios alaveses: Artziniega, Ayala, Llodio, Amurrio y Okondo. 


Viviendas de ensueño rodeadas de un histórico patrimonio monumental, una variada oferta museística, experiencial y cultural, y una historia medieval de pequeñas villas con una larga historia. Todo ello con la posibilidad de disfrutar de esta “casa” con vistas espectaculares de la “Cantábrica Alavesa” o la que históricamente se conocía como “Tierra de Ayala”.


Alojarse en ente entorno se convierte en una experiencia única, con posibilidad de vivir las vacaciones desde una casa rural o un agroturismo, con una oferta amplia de actividades de ocio de calidad, ideales para practicar en familia, con amigos o en pareja. 


Increíbles panorámicas de su naturaleza


Si nos asomamos a este especial balcón de nuestro hogar en Aiaraldea, disfrutaremos de la cascada más alta de España, con más de 222 metros de caída. El Salto del Nervión se proclama como uno de los recursos naturales más visitados en el País Vasco. En su mirador, los amantes del senderismo podrán disfrutar de una vista panorámica desde las alturas, o bien recorrer el desfiladero de Delika hasta alcanzar el gran Salto del Nervión, donde se “rompe” en mil pedazos.


Si la calma de las aguas es un gran atractivo en cualquier destino, aprovechar para disfrutar de la observación de las aves, el llamado birding, puede ser un gran plan para toda la familia. El camino invita a recorrer los alrededores de las aguas de Maroño, lugar de descanso de estos pequeños animales migratorios. En sus aguas se refleja un paisaje espléndido de robles, pinares y arbustos. Se nota que ésta es su casa, que se encuentran muy a gusto. 


Otro placer de altura es el ascenso a la montaña sobre la que se observa el gran macizo montañoso de Sierra Salvada o Gorobel. Se eleva sobre el Valle de Ayala, a través de paredes fuertemente escarpadas y laderas con gran pendiente que descienden hacia el valle y que se complementan con frondosos bosques.


Los entornos verdes de los parques de Goikomendi-Kuxkumendi y Garrastatxu comprenden un espacio perfecto para practicar senderismo los fines de semana, siempre en compañía de la refrescante sombra que aportan las diferentes masas de especies arbóreas que abrazan el terreno.


Un patrimonio diverso en estilos y con mucha historia


Nos trasladamos al medievo más lustroso al acercamos al Conjunto Monumental de Quejana. En este relato histórico no debemos olvidar que el País Vasco fue una tierra de emigrantes que, a su retorno, nos dejaron como patrimonio edificios lujosos con tendencia a la grandiosidad, las llamadas Casas de Indianos, que acompañan el paisaje de palacios y casas torres de grandes herederos.


El casco histórico de Artziniega, una de las localidades que forman esta comarca, recoge en sus calles una fortuna monumental muy diversa, desde lo gótico-renaciente al neoclasicismo y desde el siglo XVI al XX. También abundan las casas torre, ermitas y santuarios, rodeadas de paisajes verdes y frondosos, con estilos variados que no dejan indiferente a nadie.


Gastronomía con productos de km 0 y un Txakoli de lo más especial que cuenta con su propia Ruta del Txakoli de Aiaraldea


Aiaraldea no sólo ofrece rutas de senderismo, también puedes disfrutar de sus rutas gastronómicas y enoturísticas, o incluso una combinación de ambas. El producto local es la estrella de los menús, y el Txakoli el actor principal de la escena enoturística. Porque Aiaraldea también es un destino WineLover, miembro del club de producto Rutas del Vino de España de ACEVIN.


Este “vino de caserío” es de un color amarillo pálido característico, con acidez, fresco y en el caso alavés, con un ligero toque carbónico natural y a su paso por la boca es suave y ligero. Ven a recorrer sus viñedos y conocer el proceso de elaboración en sus txakolinerias.  


Enriquece la experiencia en sus museos


Arte y tradición se funden en las obras de los museos de Aiaraldea. Energías renovables, etnografía, hierro, escultura, licor, obras eclesiásticas… Cultura para todos los gustos. Este resumen artístico y reflejo de la vida en los pueblos y el campo ofrece al público una parte de la historia de Aiaraldea y una interactiva divulgación sobre los modos de vida rurales e industriales de sus gentes. 


Experiencias en primera persona, como nunca


Vivir experiencias únicas es algo asegurado en Aiaraldea. Puedes sumergirte de lleno en este entorno siendo parte de él. Ser pastor por un día, hacer espeleología, descender por barrancos, rutas a caballo, senderismo en grupo, birding, volar en parapente o incluso en globo, sin olvidar las visitas teatralizadas y las visitas a las txakolinerías. 


Estas son varias de las actividades e historias que animan a disfrutarla, enamorarse del paisaje… ¡y volver!