Escapadas que despiertan los cinco sentidos en el Balneario El Raposo (Badajoz)
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 Entre dehesas y eucaliptos, paisajes pintados de verdes, marrones y rojizos, y una región donde nunca falta en la mesa un buen embutido en forma de jamón, se trazan rutas que se prestan para ser recorridas en coche, bici o a caballo. Y en medio de este paraje, también hay tiempo para la salud y el descanso. En la Vía de la Plata y la conocida Tierra de Barros se encuentra uno de los pocos balnearios de España en los que aplicarse lodos naturales, El Raposo, uno de los integrantes de la marca Extremadura Termal. Enlaza con Mérida, recientemente nombrada Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica y poseedora de un rico legado romano, y Zafra, ciudad monumental reconocida internacionalmente.


Enmarcada en una tierra que sabe a vino y con una de las Denominaciones de Origen más afamadas de España como es la Ruta del Vino Ribera del Guadiana, Extremadura es anfitriona de la buena gastronomía y de las escapadas wellness gracias a los centros termales que la salpican.

Uno de ellos es el Balneario El Raposo, integrante de la marca Extremadura Termal. A pocos kilómetros de Zafra, ciudad que se ha convertido en un inevitable punto de referencia, el espacio es conocido como lugar de descanso y alojamiento.

Desde la autovía se toma el desvío hacia la localidad de Puebla de Sancho Pérez y la carretera del Raposo anticipa lo que el viajero se encontrará a su llegada al centro termal: un manto de eucaliptos cuyo olor produce, de por sí, un efecto relajante. El aroma embriagador de la atmósfera y la naturaleza, el gorjeo de los pájaros, el sonido del agua y también, en ocasiones, el silencio son los primeros que dan la bienvenida. Lo que descubre el viajero son las instalaciones de un balneario a las que se suma un hotel. Se trata de un tres estrellas certificado con la Q de Calidad Turística desde 2008 con 183 plazas hoteleras distribuidas en 93 habitaciones, confortables y accesibles, completamente equipadas y con unas espectaculares vistas a Tierra de Barros.

Rodeado de abundante vegetación y plantas aromáticas, El Raposo es un `templo´ dedicado a la salud, de tradición familiar, cuyas aguas fueron declaradas de utilidad pública en 1926, quedando especializado en la aplicación de lodos naturales. De hecho, es uno de los pocos balnearios de España que dispone de este tipo de tratamientos con barro, especialmente beneficiosos para el aparato locomotor. Además, sus técnicas se combinan con las más avanzadas tecnologías y terapias que se dirigen a públicos de todas las tipologías y edades, disponiendo de propuestas específicas para los pequeños de la casa. En este sentido, están en funcionamiento sus clases de matronatación para niños de hasta tres años y la puesta en marcha de un campamento infantil, un mini rocódromo, cursos de formación y zona de entretenimiento.

Pero volviendo a su esencia y razón de ser, y preocupados por la dermis buscan ese cuidado tan esencial que solicita quien les visita. Gracias a las investigaciones y a los excelentes profesionales que trabajan en sus instalaciones es posible aplicar a la piel algunas de sus técnicas y métodos como las envolturas en chocolate, café, uva o cereza, entre otras, que se encargarán de realizar un efecto reafirmante, estético y con un gran poder antioxidante para que se presuma más que nunca. Y por supuesto, hablar de este espacio es hacerlo de técnicas y tratamientos termales terapéuticos, estéticos y relajantes como la presoterapia, la kinesiotape, que se encarga de mejorar la función articular, o el masaje de `pindas´ que está indicado para la relajación muscular.

Otro de los grandes atractivos es que, más allá de ser un centro termal, el Balneario El Raposo es productor de plantas aromáticas y medicinales destinadas a la alimentación y a la salud. Asimismo, también es protagonista su restaurante, Matanegra, en el que se trabajan con las 12 Denominaciones de Origen de Extremadura y donde la calidad prima en cada uno de sus productos. Para saborear lo mejor de la Comunidad, la oferta se completa con un restaurante que incluye una excelente carta con los mejores vinos -D.O. Ribera del Guadiana- y productos autóctonos de primera categoría que corroboran una excelente región. Una experiencia a la que se une la zona de cafetería que desemboca directamente en la piscina exterior, su biblioteca, la sala de formación y los salones para la celebración de todo tipo de eventos, familiares y de empresa. Se trata de una forma de negocio, ya en funcionamiento, que pone en práctica en una misma marca el concepto de ocio y bienestar con un toque campestre en plena Vía de la Plata.

La estancia se puede combinar con visitas culturales e históricas en la provincia de Badajoz. El Templo de Diana, la Casa de Mitreo, el Anfiteatro de Mérida, el circo romano…, en definitiva perderse entre sus monumentos romanos. O si se desea, se puede llegar hasta el Monasterio de Yuste, en Cáceres, en el que pasó los últimos años de vida el Emperador Carlos V o conocer las leyendas que circulan desde el Castillo de Montemolín hasta el de Burquillos del Cerro. U otra de las opciones, más cercanas al centro termal, es la de pasear por la cercana Zafra y su casco histórico al que le han hecho valedor de un reconocimiento internacional gracias a su condición de ciudad como recinto ferial desde el medievo. Sin duda, inherente a la personalidad que emanan estos monumentos o villas se alza el Balneario El Raposo.


Más información:
www.balneario.net
Carretera del Raposo, s/n, 06310 Puebla de Sancho Pérez, Badajoz
924 57 04 10