El Secreto de Castilla, el condundente sabor Castellanoleonés.
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El Secreto de Castilla, el condundente sabor Castellanoleonés.


Estar en El Secreto de Castilla es estar como en casa. Y es que con tan solo unos meses de vida, se ha convertido en un restaurante con solera. En pleno centro de Madrid, en el barrio de Las Cortes y frente al Teatro de La Zarzuela, El Secreto de Castilla hace que se convierta en una opción más que atractiva para sentarse a la mesa y, donde además, se combinan su cocina castellanoleonesa, sus materias primas de primerísima calidad junto a la sabiduría tradicional de sus fogones.


Él en sí es único. Un espacio gastronómico especial en el que sentarse a la mesa y saborear esos buenos guisos que reconfortan hasta a las almas más huidizas. El Secreto de Castilla es ese lugar en el que poder disfrutar de sus cuatro espacios diferentes gracias a sus desayunos, a sus brunch de media mañana, a sus tapas y pintxos o a su extraordinaria carta… Además, deja para los más atrevidos, un cocktail en un ambiente relajado y tranquilo en pleno centro de Madrid, en uno de sus barrios más antiguos, el de Las Cortes. 


Poco a poco y con el buen hacer que le caracteriza, se ha convertido en el marco perfecto en las que degustar almuerzo y cenas siempre en el marco ideal de una velada con la familia, con amigos o pareja. Son ellos, y no otros, quienes descubren sus fantásticas creaciones culinarias como las excelentes Croquetas de jamón ibérico o las Empanadillas de verduritas y atún rojo, sin olvidar sus principales platos como la Espaldita de cordero lechal asado, el Taco de bacalao sobre fondo de boletus y chipirones en su tinta, el magnífico Arroz meloso, los tradicionales Judiones, el Morcillo estofado al vino tinto, la Ensalada de remolacha con salteado de calamares y chipirones o el Cochinillo asado segoviano. Este último es el mejor que se puede comer en todo Madrid convirtiéndose en una de las especialidades y plato estrella de El Secreto de Castilla donde sus propietarios dan “el do de pecho”. Y como no, para los golosos no puede faltar un excelente Flan de queso, el Brownie con chocolate caliente, la Tarta de yogur con frutos rojos y la Cuajada con fresas estofadas. En definitiva, se trata de probar distintos bocados y sorprenderse a la vez con estas pequeñas obras de arte.


Y es que, es un hecho y una realidad que estar en El Secreto de Castilla es estar como en casa. Y no se trata de un mero eslogan publicitario. El equipo humano centra su atención de forma personal en cada uno de sus clientes, explicándoles las sugerencias del chef, la elaboración de los platos o el maridaje más adecuado para cada creación culinaria. Sin duda, un mimo hacia el cliente y que éste percibe como el mejor de los obsequios.


El estilo informal de su barra, donde degustar tus tapas y pintxos, sus mesas altas para un picoteo informal o su excelente comedor en el que dar rienda suelta al paladar, dan buena cuenta de esa atención tan personal de la que hablamos. Y además, como todo buen restaurante que se precie, tiene guardado un secreto, el mejor de todos, su Salón El Secreto, un espacio más íntimo y exclusivo para las ocasiones más especiales donde los comensales disfrutarán y llevarán a su paladar una experiencia durante los días de invierno.